Cómo empezar a escribir una novela
¿Cuál es el proceso de escritura de una
novela? Sin duda, cada escritor tiene el suyo, pero a continuación os dejamos
algunas ideas para empezar a escribir y perseverar hasta finalizar lo empezado.
1. Decide el tema
Lo primero que te preguntará cualquier
persona a la que hables de tu novela será "¿De qué trata?". Esa misma
pregunta debes planteártela antes de empezar a escribir. Y debes preparar una
respuesta sencilla, que pueda explicarse en un par de frases.
2. Elige un lugar
El lugar en el que se desarrolla la
historia va a tener una importancia crucial sobre la acción y sobre la forma en
que los personajes reaccionan a su entorno. De modo que una de las primeras
cosas que debes decidir es en qué lugar van a tener lugar los sucesos que
deseas contar. También es el momento de decidor el cuándo, el momento
histórico.
3. Conoce a tus personajes
Aunque algunos se irán desarrollando a
lo largo del proceso de escritura (y pueden darte una sorpresa), debes conocer
desde el principio quiénes son los personajes principales y cómo interactúan
entre sí. Su personalidad, apariencia, manías: cuanto más específico sea
lo que sobre ellos sabes, mejor. Preparar un bosquejo concienzudo de los
personajes te facilitará mucho la escritura.
4. Divide la historia en tres actos
Dividir la historia en tres partes es
una fórmula probada para mantener la estructura de una novela. No hace falta
que el texto final refleje ese esquema, pero sí que lo tengas en mente mientras
escribes. Te ayudará a mantener el equilibrio y a comprobar que la historia
avanza hacia el siguiente segmento.
5. Decide los subtemas
El amor, el odio, el racismo, la
homosexualidad, la depresión... Las mejores novelas nos hablan en múltiples
niveles, exponen una opinión y su contraria y proporcionan al lector un amplio
espectro de ideas sobre las que reflexionar. Antes de empezar a escribir,
decide qué temas toca la novela y de qué manera vas a abordarlos, qué
perspectivas y puntos de vista puedes incluir.
6. Escribe un resumen de cada capítulo
Basándote en los tres actos en que has
divido la novela, prepara un resumen para cada uno de los capítulos que la
componen. Se trata de tener una hoja de ruta que te guíe, consignando cómo se
llega de la situación A a la situación B, en qué momento hace aparición
un personaje o dónde conviene añadir una vuelta de tuerca que sorprenda al
lector.
7. Escribe las primeras líneas
Las primeras frases de un libro pueden
decidir si alguien va a continuar leyendo las siguientes mil. Merecen, por tanto,
una atención muy especial. Procura que sean atractivas, pero no te agobies:
puedes refinarlas durante el proceso de edición.
8. Escribe el final
Tener ya listo el final te servirá como
acicate para trabajar hasta llegar a él. Pero además, si sabes cómo empieza y
cómo acaba tu novela te resultará más sencillo llenar el espacio vacío que
queda en medio de ambos extremos.
9. Empieza por el principio y avanza
hasta llegar al final
Esto puede parecer un consejo de
perogrullo, pero no lo es. No te pierdas escribiendo de manera desordenada
fragmentos que luego tratarás de meter con calzador en el texto principal.
En caso de falta de inspiración, recurre a la hoja de ruta y cíñete a lo que en
ella habías planeado. Eso te servirá para continuar: si el resultado no te
convence, siempre puedes revisarlo más tarde.
10. Edita, edita y edita
Sin duda el proceso de edición es doloroso. Durante el mismo sientes como
si estuvieras amputando partes de ti, pero piensa que eso que eliminas son las
verrugas. Bajo ellas se encuentra la piel tersa de una maravillosa novela. Así
que no tengas piedad.
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